dilluns, 5 d’octubre del 2009

Serenidad


Creo que me siento con la necesidad de escribir de nuevo. No lo entiendo pero lo hago sin más motivos que el de desahogar mis impulsos; debo mantenerme firme. Reconozco que pensar en ti excita algo más que mi cuerpo pero no puedo dejar de hacerlo cada vez que me acerco a este cacharro con el que ahora escribo.

Intentar robarte cinco minutos más se convierte en todo un logro, un juego en el que me siento cómoda a pesar de tener mucho que perder, pero dime, ¿acaso hay juego sin comodín? De momento no intento nada a pesar de quererlo todo, pero es recomendable mantenerme al margen y esperar a que me rías de nuevo. Curiosa sensación la de cruzar dos miradas casi desconocidas y crear algo de lo que aún no se si pretendes convencerme o soy yo quién lo intenta. Apuesto a que ni siquiera lo intentas pero está patente en tu naturaleza humana: me atrae sin más algo que no consigo adivinar.

Pero en el fondo la vida es distinta, ¿no crees? Ni juegos, ni comodines, ni trastos, ni miradas que valgan. A veces es difícil aprender a escoger entre el deseo y la serenidad y, ahora mismo, no se que es lo que me conviene. Supongo que lo más adecuado será dejar pasar las horas mientras espero que me roces sin querer para, de nuevo, dejarme llevar con el tacto de tu piel y tu atrevido olor a colonia.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada